El baño es una parte importante del cuidado de nuestra mascota. La mayoría de nuestros animales conviven en el mismo espacio de casa que nosotros. Debido a esto, es importante mantener una higiene adecuada, tanto para nosotros, como para ellos mismos.
A continuación, os damos una serie de consejos para hacer de la hora del baño un momento relajado, positivo y seguro.
– Es importante que acostumbremos a nuestra mascota desde pequeño al baño para que no resulte un momento traumático.
– Usar productos adecuados. El pH de la piel de los perros no es el mismo que el de las personas. Por este motivo, utilizar champú de uso humano puede ser muy perjudicial para ellos. Estos champús pueden desequilibrar el pH de nuestra mascota y provocar caída de pelo, picores, dermatitis, etc.
Existen numerosos productos específicos para mascotas, en nuestras máquinas utilizamos productos profesionales de veterinaria.
– Utilizar agua templada. Los perros tienen una temperatura corporal superior a la nuestra. Si utilizamos agua caliente podremos dañarlos. Lo ideal es que esté tibia, sin llegar a estar demasiado caliente ni fría.
– Tener precauciones con ojos y oídos: cuando vayamos a bañar a nuestra mascota hay que tener especial precaución para que no le entre agua y jabón en ojos y oídos. Si cada vez que lo bañamos le entra agua en los oídos podemos causarle otitis.
– Secar adecuadamente: esta parte es importante sobre todo en cachorros y en épocas de frío. Si dejamos a nuestro perro húmedo, podemos provocar una bajada de defensas y que enferme. Por eso utilizamos los expulsadores de aire caliente, que es lo ideal para su pelo y su piel.
El secador lo debemos utilizar con aire templado y a una distancia prudente del cuerpo de nuestra mascota. Si lo acostumbramos desde pequeño a su uso, será más sencillo para nosotros.
– Cepillarlo adecuadamente: tras el baño, sobre todo en perros de pelo largo es muy importante cepillar. Haciendo esto, podremos quitar los nudos que se hayan podido formar y el exceso de pelo muerto que pueda tener.